El exceso de obligaciones y la falta de tiempo libre obligan a la mayoría de las personas a desarrollar actividades físicas integrales que congreguen el máximo número de ejercicios físicos para aumentar el tono muscular, mejorar la resistencia y perder grasa. Una de estas actividades multitarea es el body core.
A pesar de su nombre en inglés, no fue ideado en los Estados Unidos, sino que su creador fue el español Jesús Rivilla, doctor y profesor en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid. La frecuencia recomendada para realizar el entrenamiento es de entre 3 y 4 sesiones por semana, aunque para empezar se recomiendan sólo dos sesiones ya que, durante las primeras semanas, el objetivo debe consistir en aprender a ejecutar los ejercicios.
El éxito del body core recae en su perfecta combinación, tanto de los típicos ejercicios de fuerza, como los puramente funcionales que pretenden dar un sentido o funcionalidad a ese trabajo en la musculatura. Así, esta modalidad deportiva incluye ejercicios de levantamiento de pesas para potenciar la musculatura, junto con un entrenamiento funcional que recoge movimientos globales, realizados normalmente con carga para potenciar, aún más, la fuerza muscular.
El body core cuenta más de 300 ejercicios distintos y trabaja, principalmente, la parte central del cuerpo, lo que se conoce como core, el núcleo corporal, que incluye los músculos abdominales, la espalda baja y los músculos de la pelvis, aunque no solo se limita a esta zona concreta, ya que implica la musculatura del resto del organismo.
Los movimientos funcionales dependen principalmente de esta parte central del organismo, por lo que, un buen desarrollo de la misma asegura la capacidad de poder desenvolvernos de manera óptima en nuestra vida diaria (no sólo en un gimnasio) y, a su vez, reducir el riesgo de lesiones. De ahí a que se trabajan estos músculos para proporcionar estabilidad y soporte para el cuerpo durante el movimiento y las actividades diarias.
Tener un core fuerte y bien desarrollado es importante para la postura, la estabilidad y la prevención de lesiones en la espalda baja. Los ejercicios que trabajan los músculos del body core pueden incluir abdominales, flexiones de tronco, planchas, levantamiento de pesas y ejercicios de equilibrio y estabilidad.
El hecho de que el body core sea una combinación de múltiples ejercicios proporciona beneficios para la salud variados y bastante completos:
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