Desde una bicicleta desbocada en Azcuénaga hasta los primeros rayos láser que iluminaron Sudamérica, la vida de Félix Luis Giovannoni es una travesía de ingenio, audacia y espectáculo. Técnico, DJ, inventor y pionero, fue el alma detrás de Specktra, el boliche que marcó una era en Pergamino. Con visión futurista y manos artesanas, trajo al país tecnologías que ni Disney había desplegado en la región. Giovannoni no solo creó shows: diseñó experiencias, tejió memorias y dejó una huella indeleble en tres generaciones que aún bailan al ritmo de su legado.
¿Qué anécdota recuerda de su infancia/adolescencia?
De mi infancia algunas que quedan fijas en la memoria. De muy chico vivía en calle Lagos a media cuadra de Rocha y mis abuelos maternos en Dorrego también a media cuadra de Rocha.
Tendría tres o cuatro años y mi primera bicicleta, obvio con rueditas. Y el primer viaje desde casa a lo de mis abuelos, por calle Azcuénaga por la vereda. Desde Roca hasta Pueyrredón está en pendiente y no sabía frenar. O sea, terminé en medio de Pueyrredón y mi madre corriendo atrás.
Esas cosas no se borran.
De mi adolescencia, de todo. Mis inicios en la electrónica, mi primer amplificador a válvulas y el equipo de Disk Jockey que armé, y junto a mi amigo Lalo creamos Akustika. Quizá los primeros DJ de Pergamino. Después Fedra, Boliche y ya más adelante Specktra.
¿Qué momento destacas de tu carrera?
Hice de todo en mi vida, DJ, técnico en electrónica, servicio técnico de laboratorios químicos, trabaje unos años junto al doctor Julio Maiztegui, hice las primeras transmisiones de televisión por cable en Pergamino, varios sistemas para la municipalidad, pero la gente me conoce más por Specktra.
Ahí ya no era DJ, era el técnico, desde los cimientos (aunque algún temita pasada a veces). Ahí sí que me toco ser el primero en tecnologías que recién aparecían. Audio, video, escáneres y lo más complejo: láser.
Con Beto Elías siempre buscábamos lo más adelantado en el mundo de los boliches, y un día dijo: "Quiero un láser, ponete en campaña."
Contacté hasta la empresa que había equipado Disney, pero lo más avanzado estaba en Alemania. "Armá la valija que nos vamos a ver" dijo, y nos fuimos. Difícil el idioma alemán, y encima con mi precario inglés. Menos mal que había uno de nosotros que hablaba bien, pero la tecnología se entiende en todos los idiomas.
Llegamos, show de presentación, quedamos impactados, aprendí esa tecnología, y la trajimos. Primeros en Sudamérica y yo el único que la manejaba.
Después a Italia a buscar nuevas tecnologías. Luces móviles, nieve artificial, todo para crear ese sueño. Éramos un equipo, no quiero olvidarme de nadie, pero era el responsable de que todo fuera impecable.
¿Cómo estás viviendo tu presente? ¿Qué rescatas de él?
¿Mi presente? Siempre estudiando alguna nueva tecnología, ya no más música, haciendo desarrollos para la industria. Con mi pareja, tranqui, con varios hijos, nietos y miles de recuerdos.
¿Crees que cumpliste todo lo que te propusiste?
Me faltó escribir un libro, lo demás creo que lo hice todo. Creo que pasé por este mundo dejando cosas positivas y espero poder seguir haciéndolo unos añitos más.
Hay al menos tres generaciones que me conocen por haber sido el DJ de su época, de las fiestas, cumples de 15, casamientos y después de Specktra. Ya somos todos mayores, pero creo que un logro es que fui artífice de la diversión de esas generaciones, con la música o con los shows, y producto de esas fiestas y noches de boliche de algunas parejas que se conocieron en alguna pista de baile.
¿Cuál fue el mejor y peor momento de tu vida?
Los mejores son innumerables, los peores los borré. No vale la pena recordarlos.
Tuve y tengo muchos amigos, eso no tiene precio. Mil anécdotas para contar, hijos, nietos, pareja, viajes, inventos, de todo. Creo que con eso sí podría escribir un libro.
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