• nubes
    10° 2 de Junio de 2025
ceatjpg

Un faro para la primera infancia: el Ceat Nº 1 y sus 36 años sembrando amor, contención y oportunidades

En un rincón cálido del predio del Hospital Interzonal General de Agudos “San José”, exactamente en Italia 2585, hay un lugar donde la infancia es abrazada con ternura, paciencia y compromiso. Se trata del Centro de Atención Temprana del Desarrollo Infantil Nº 1 (Ceatdi), una institución educativa pública que, desde el 16 de agosto de 1988, acompaña con amor y profesionalismo los primeros pasos de niños y niñas de entre 0 y 3 años con discapacidad y/o signos de alarma en su desarrollo.
Este espacio, único en su tipo en Pergamino, depende de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires y forma parte de la modalidad de Educación Especial. Allí, el juego no es sólo juego, el dibujo no es solo trazo, y la palabra no es sólo sonido: cada estímulo está pensado para abrir caminos, para despertar habilidades, para que cada niño y niña pueda construir sus propias herramientas en una etapa vital del crecimiento.
Un trabajo profesional
Con una matrícula actual de 98 alumnos, el Ceatdi es mucho más que un centro educativo. Es un puente entre las familias, el sistema de salud y la comunidad. Su equipo interdisciplinario está conformado por una directora, una secretaria, once docentes especializadas en atención temprana, una terapista ocupacional, una fonoaudióloga, dos psicopedagogas, una trabajadora social y cuatro auxiliares de educación.
Cada uno de ellos aporta su mirada, su experiencia y su sensibilidad para abordar integralmente las necesidades de cada niño. Las estrategias no son genéricas ni estandarizadas: cada intervención es un proyecto único, una construcción conjunta con las familias que confían y se involucran desde el primer día.
Además del trabajo interno, el Ceatdi mantiene una red articulada con jardines de infantes, centros de atención primaria, el servicio de rehabilitación del hospital, neonatología y distintas áreas de salud pública, lo que permite detectar casos, realizar derivaciones, y asegurar un acompañamiento sostenido entre las áreas de salud y educación.
María Elena Walsh
El año 2024 fue especial para la comunidad del Ceatdi. En un contexto de revisión institucional, la propuesta de dotar de un nombre propio a la institución se convirtió en una oportunidad para reflexionar sobre la identidad, los valores y la misión del centro.
El proceso fue abierto, democrático y participativo. Familias, exalumnos, docentes actuales y jubilados se sumaron a este proyecto simbólico, que concluyó con la elección del nombre “María Elena Walsh”, en homenaje a la recordada escritora, compositora y poeta argentina que dedicó su obra y su vida a defender y dignificar la infancia.
El próximo viernes se realizará el acto de imposición del nombre. Seguramente será un evento cargado de emoción que tendrá la presencia de autoridades locales, representantes de educación, familias y miembros históricos de la institución. Habrá canciones, palabras sentidas, miradas cómplices y abrazos que seguramente resumirán el valor que el Ceatdi tiene para Pergamino: un lugar donde se cuida a los más pequeños en el momento más importante de sus vidas.
Necesidades que duele
Detrás de cada sonrisa, detrás de cada logro que parece mínimo pero es gigantesco, hay una lucha diaria contra las limitaciones presupuestarias. El Ceatdi solo cuenta con un ingreso mínimo proveniente de su cooperadora escolar, lo que impide cubrir necesidades básicas para garantizar un ambiente rico en estímulos y recursos.
Los materiales se consumen rápido. La demanda es constante. Se necesitan juguetes didácticos aptos para niños de 0 a 3 años, materiales de librería como resmas, témperas, crayones, papel afiche, cartulinas, fibrones, y especialmente una impresora, herramienta esencial para elaborar recursos personalizados, informes, comunicaciones y materiales para las familias.
Cada donación -por pequeña que parezca- tiene un impacto real. Cada colaboración es una caricia para quienes trabajan en silencio todos los días para mejorar la calidad de vida de casi un centenar de familias.
Llamado a la comunidad
Desde la querida institución insisten en algo fundamental: visibilizar su existencia y su tarea. Porque hay muchas familias en Pergamino y en la región que aún desconocen la posibilidad de acceder a este servicio gratuito, de calidad y con un enfoque profundamente humano. Muchas veces, las señales de alarma en el desarrollo infantil pueden pasar desapercibidas. Otras, hay temor, desinformación o falta de acceso a profesionales especializados.
Por eso, difundir, compartir, hablar del Ceatdi es también una forma de tender puentes, de derribar prejuicios y de garantizar derechos. En palabras de una de las docentes del centro: “Cada niño que llega es una historia nueva, una oportunidad. Y cada familia que se siente acompañada es una victoria para todos”.
Construir futuro
En tiempos donde la palabra “futuro” suena muchas veces lejana o incierta, el Ceatdi la construye todos los días desde lo esencial: mirar con ternura, intervenir con respeto, acompañar con constancia. Porque sembrar en la primera infancia es sembrar para siempre.
Este faro, que desde hace 36 años ilumina el camino de cientos de niños y niñas, necesita ser sostenido por todos. Con aportes, con tiempo, con difusión, con compromiso. Porque no hay comunidad más justa que aquella que cuida, escucha y abraza a sus niños desde el primer momento.

Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.