El martes pasado se cumplieron dos años del asesinato de Fernando Báez Sosa en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell.
La patota de rugbiers veinteañeros de Zárate que insultó y golpeó al joven de 18 años se encuentra cumpliendo prisión preventiva en la Alcaidía 3 del penal de Melchor Romero en La Plata.
Los ocho están imputados por el delito de "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" y esperan al juicio oral que se realizará el 2 de enero del 2023.
Mientras tantos, cientos de personas se reunieron en el segundo aniversario del fallecimiento de Fernando en la puerta del boliche geselino, para recordarlo, homenajearlo y pedir justicia.
Entre los presentes, estaba Karina Nella, una pergaminense que se comprometió con la causa desde aquel enero del 2020, interpelada por la dura situación que estaban atravesando Silvino Báez y Graciela Sosa, los papás de Fernando.
Ella participó de la preparación del evento junto a Sabrina Pereyra, miembro de Justicia por Fernando-Villa Gesell y Ado Sosa, una de las tías de la víctima.
“Soy mamá, tengo dos hijos, uno de 27 y uno de 16 y desde que conocí lo que le pasó a Fernando, me llegó al alma, al ver a esos padres en su pedido de justicia y ver que él era un chico bueno, sano, humilde”, explicó Karina a PRIMERA PLANA.
En cuanto se enteró del trágico suceso a través de los medios, la pergaminense se involucró y acompañó a la familia en el pedido de justicia desde nuestra ciudad.
A través de las redes sociales, en interacción con otros miembros de grupos de Facebook unidos por el mismo motivo, Karina siguió día a día la causa y llegó a vincularse con familiares de Fernando. “He tenido contacto con Ado, su tía, por redes y también tengo contacto con Silvino, su papá”, precisó.
La muerte del adolescente la atravesó de tal manera, que decidió tatuarse las iniciales de Fernando en el brazo derecho, con alas y una aureola. Al respecto, contó que “el tatuaje lo tengo desde hace un año, cuando se cumplió el primer aniversario de Fernando. Me lo hice en Pergamino en honor a él, para tenerlo grabado por siempre, porque realmente Fernando para mí es como un ángel, es algo que me llegó al corazón y por eso necesito y pido día a día por justicia, para que su alma descanse en paz y sus padres encuentren un poco de consuelo”.
El 18 de enero coincide con la fecha en la que la mamá de Karina hubiese cumplido años, por lo tanto, ella lo vivió como “un doble dolor por no tenerla a ella y por el día del crimen”.
“Nunca pensé que alguien a quien nunca conocí me llegara al corazón”, manifestó Nella y sostuvo que “el legado de él era dar amor y brillar y ese es el reconocimiento que sus papás quieren, además del enorme pedido de justicia que se necesita”.
Respecto al grupo de rugbiers imputados, la de nuestra ciudad manifestó que “no sé si estos chicos en algún momento han tomado consciencia de la familia que rompieron, de los padres que dejaron sin su hijo, de alguien que era todo para ellos”.
En el acto por el segundo aniversario del fallecimiento de Fernando Báez Sosa, Karina, junto a otras mujeres, se encargaron de preparar el altar para el oficio interreligioso y dejarlo tal como Graciela Sosa lo desea.
“Se realizó una vez más un pedido de justicia, para que descanse en paz y un crimen tan cruel no quede en la nada. Es algo que uno no puede entender el por qué le tocó a él. Sus padres son personas maravillosas y Fernando era igual”, aseguró.
“Como mamá es un dolor enorme ver a esa madre desgarrada pidiendo justicia. Creo que un país entero estamos del lado de los papas de Fernando. La Argentina entera está pidiendo que quede siempre en la memoria de todos pero con justicia, no por algo que pasó y quedo impune”, concluyó Karina Nella, en diálogo con PRIMERA PLANA.
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