Cuando comenzó las gestiones para estudiar aún no había tal pandemia. Como toda persona de 18 años “quería descubrir el mundo. Era una dulce, un ser hermoso”, dijo la persona allegada, quien por el doloroso momento pidió preservar su identidad a PRIMERA PLANA, y que además, se egresó en la misma institución en la que se anotó la joven.
Ursula Bahillo solía venir a Pergamino acompañada de su madre en los primeros pasos en el mundo de los estudios terciarios, y estuvieron averiguando por una vivienda para alquilar en la zona del Instituto. Llegaron a concretar una casa para que la joven asesinada por su expareja el lunes pueda habitar a pocas cuadras. Ese “salir de la casa familiar” para comenzar una nueva etapa de la vida, un lugar para que ella pueda estudiar, recibir a sus amigas y disfrutar, se vio alterado a mediados de marzo pasado. Conforme fueron avanzando los casos de Coronavirus, la unidad académica anunció: “De acuerdo a las indicaciones del Ministerio de Educación de la Nación, se suspenden todas las actividades pedagógicas que involucren a los estudiantes. Los estudiantes no deben asistir al Instituto hasta la fecha indicada”.
Este revés, que unos días después fue acompañado por la cuarentena obligatoria, derivó en la imposibilidad de trasladarse, ni en el vehículo con su madre ni a través del Pullman General Belgrano. La casa la tuvieron que dejar de alquilar porque ella no sabía cuándo podía regresar. Úrsula no alcanzó a cursar una sola semana presencial debido al cese de actividades. Comenzó con la virtualidad desde Rojas y después, como otros miles de estudiantes, tuvo que abandonar: “Luego, empezaron los problemas”, explicó la allegada.
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Ayer, el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 5 publicó en sus redes sociales que “lamenta profundamente la pérdida de nuestra joven estudiante Úrsula Bahillo y acompaña en el dolor a sus familiares y amigos/as. Pedimos justicia por Úrsula y por todas las mujeres víctimas de violencia machista. Que nuestra voz sea escuchada. <LA VIOLENCIA DEJA MARCAS, NO VERLAS DEJA FEMICIDIOS>”, y culmina con grito que se extiende por toda la Argentina y América Latina “#NI UNA MENOS. BASTA DE MATARNOS”
La página web del Instituto, aclara que el perfil profesional de quien curse esta carrera es el siguiente: “El psicopedagogo estará capacitado para prevenir, diagnosticar y realizar intervenciones de asesoramiento, orientación y tratamiento en toda situación donde el aprendizaje y sus vicisitudes se pongan en juego, tanto en ámbitos de la salud, educativos, laborales y socio-comunitarios, y que faciliten en los sujetos de diversas edades la construcción de sus proyectos de vida en la comunidad; asumiendo una actitud reflexiva y ética de su accionar y quehacer y del lugar social que ocupan sus producciones”. En un año como el 2020 marcado por la virtualidad y la discusión en torno al rol de la escuela en la sociedad dentro del propio ámbito académico, el área de conocimiento que comenzó a estudiar Úrsula Bahillo tiene un rol preponderante en las formación de los sujetos en base al aprendizaje que reciben a través de su socialización y subjetivación.
La carrera que escogió la joven al terminar la secundaria en Rojas está dedicada a que los individuos mejoren su forma de aprender al analizar sus particularidades, y la casa de estudios que encontró para hacerlo fue en Pergamino.
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