Alojados en unidades penales de San Nicolás y Junín, los cinco imputados por el asesinato del abogado y comerciante de Ramallo César Butara, todos oriundos de San Pedro, seguirán detenidos con prisión preventiva.
La Justicia hizo lugar a la solicitud de la fiscala Verónica Marcantonio, que instruye la causa, y ordenó que permanezcan tras las rejas mientras se sustancia el proceso judicial en su contra, procesados por el delito de homicidio en ocasión de robo.
Así, deberán pasar al menos ocho meses en prisión, lapso en el que Fiscalía deberá cerrar la instrucción para elevar la causa a juicio. En caso de que necesite más tiempo, los abogados defensores podrán plantear en diciembre la posibilidad de que se ponga fin a la medida.
Mientras tanto, Walter Rubén Díaz, de 32 años; Miguel Ángel Pereyra Retamal, de 22 (ambos en Junín); José Antonio “Toti” Pereyra Retamal, de 23; Facundo Agustín Gómez, de 26; y Ramiro Nicolás Cáceres, de 18 y sindicado como el autor del disparo que mató a Butara, (los tres en San Nicolás) seguirán presos.
Los imputados fueron informados de la decisión judicial este miércoles, primer día hábil de la semana, por el personal de la Defensoría Oficial que los asiste, y aguardaban la notificación formal que ya había llegado a las unidades penales donde están alojados.
Allegados a tres de los cinco detenidos expresaron su disconformidad con la prisión preventiva y consideraron que "no hay pruebas" para mantenerlos presos, aunque la Justicia consideró lo contrario.
"Se está llevando por declaraciones que no les sirven", sostuvieron sobre la tarea de la fiscala Marcantonio. La decisión de la prisión preventiva la tomó el Juzgado de Garantías.
Los allegados de los detenidos cuestionaron las declaraciones de los testigos y consideraron que "están arruinando a tres pibes inocentes. Sus hijos dependen de ellos, sus familias quedaron en la calle".
"Queremos que la Fiscalía haga su trabajo bien", señalaron, y agregaron: "Es algo indignante, entendemos que hay una muerte de por medio, pero ella sabe muy bien que fueron dos y quiénes fueron".
Destacaron que, en su declaración, la esposa de Butara, que estaba en el momento en que los delincuentes llegaron con fines de robo y ante la resistencia de él le dispararon, "declaró que eran dos" y se preguntaron: "¿Por qué tiene cinco detenidos?".
"Los tienen presos porque quieren, porque no hay nada", se quejaron y adelantaron que analizan la posibilidad de "hacer una marcha para que larguen a los tres inocentes que están presos por algo que no tienen nada que ver".
César Butara fue asesinado el 20 de febrero por la mañana, en su casa ubicada en la zona de quintas de Ramallo. La policía allanó domicilios en el asentamiento precario "La Laguna", de Villa Ramallo, tras seguir el rastro de uno de los celulares robados.
Allí detuvieron a cuatro de los imputados. Más tarde dieron con el quinto. En el medio, hallaron la moto propiedad de uno de los hijos de Butara, en la que habían huido de la casa tras el crimen, más una cartera con ropa, documentación y otros efectos personales de la familia.
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