Carolina Giribaldi es médica especialista en emergentología y fue la primera profesional en llegar al lugar donde Fernando Báez Sosa fue asesinado a golpes por un grupo de 10 rugbiers oriundos de la localidad de Zárate. “El viernes (17 de enero) a la noche estaba de guardia y a las 5:00 hs. de la mañana del sábado recibimos un llamado al 107 diciéndonos que había una persona inconsciente en la vía pública”, le contó a PRIMERA PLANA.
“Del Hospital (Arturo Illia) salimos 5:02 hs llegando al lugar a las 5:09 hs., pero Fernando ya estaba fallecido”, relató. Y agregó que “había un uniformado haciéndole RCP -Reanimación Cardiopulmonar- y estaba conectado a desfibrilador automático”.
En ese momento, Giribaldi decidió llevarlo al Hospital mientras en la ambulancia, durante el trayecto al nosocomio, le aplicaron RCP avanzada la cual consistió en “más allá del masaje cardíaco se colocan diferentes drogas -en una o dos vías intravenosas-, se monitorea y se va viendo el ritmo cardíaco, pero Fernando nunca respondió”.
Una vez que llegaron al Hospital “estuvimos trabajando en el shock room”, reveló la profesional. Y ante la consulta de PRIMERA PLANA sobre cuál es el procedimiento a seguir en esos casos explicó que “hay un protocolo que indica que las maniobras tienen que durar 40 minutos. Para un paciente que ha estado entre 3 y 5 minutos sin oxígeno las posibilidades de reanimación son muy pocas y las secuelas del daño cerebral son terribles en la mayoría de los casos”. Carolina Giribaldi enfatizó que “la esperanza no se pierde nunca y la oportunidad se la tenés que dar a todos” y explicó que es muy difícil decidir hasta donde llegar con el protocolo ya que “si te deshumanizás no servís para ninguna profesión”.
La médica es oriunda de Buenos Aires y hace 5 años trabaja en Villa Gesell. Consultada por si es habitual que se produzcan este tipo de peleas durante el verano dijo que: “He vivido mil veces otras situaciones de violencia, pero nunca algo así. Fue una situación extraña para la ciudad” e interpretó que “lamentablemente creo que este año en particular se puso de moda agarrarse a trompadas”.
La especialista en emergentología intentó hacer un análisis de la situación actual: “Es incomprensible para la gente normal, pero hay modas. Hace dos años estaba de moda consumir pepas (LSD) en los boliches. Hace 5 temporadas que estoy acá y no había visto este nivel de agresividad, será porque la sociedad va en caída libre. No sé en qué momento estamos de la evolución que los chicos están pensando en esa manera, pero no hay una sola explicación”.
Y hablando puntualmente de este caso dijo que: “Es extremo. Uno puede ser psicópata, pero dos juntos es imposible que sean amigos porque el psicópata quiere ser líder y tener a otro que sea subordinado. Pero acá hay 10 psicópatas y eso es muy raro. Podés tener uno con un brote y los otros 9 deberían detenerlo”, a la vez que “el psicópata no siente culpa de lo que hace y se rige por su propio placer”.
Para finalizar la doctora Giribaldi explicó que “no sé si la intención era asesinar a alguien. A mí no me entra en la cabeza, sí por ahí que hayan tenido el pensamiento de a ver a quién golpeamos” y concluyó diciendo que “las conductas de agresividad se muestran todos los días con pequeñas cosas. Por ejemplo, un rasgo es la agresión a las mascotas cuando son niños”.
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