Cuando se trata de perros y gatos, presentarlos no es nada fácil. Históricamente han tenido rivalidades ambas especies, como bien se muestra en las caricaturas. La clave para juntarlos es sin duda desde pequeños y a la vez, así reaccionarán de mejor manera ya que crecerán acostumbrándose.
Usar un trapo impregnado con el olor del perro y/o el gato para que se vayan acostumbrando a ese nuevo aroma. Es normal que en un principio lo rechacen, pero es normal y servirá como un primer acercamiento.
Para la seguridad de los animales es necesario preparar el entorno para el encuentro. A los gatos se le pueden cortar las uñas, para no herir al can en caso de un ataque. A los perros les será útil jugar o sacarlo a pasear previamente para cansarlo y tranquilizarlo.
A pesar de querer consolar o reconfortar a alguno, es importante no mostrar preferencia por ninguno en específico, ya que el otro puede sentirse desplazado.
Dar premios a quien lo merezca y tratar de no regañar a quien se porte mal trae efectos positivos. Al recompensarlos es recomendable empezar por el que ya estaba en la casa.
Es importante darles tiempo a ambos para la adaptación. A ambos les puede resultar difícil, así que el tiempo y la paciencia son los ejes para lograr resultados a largo plazo.
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