Muchas personas solteras, divorciadas o viudas o aquellas que trabajan mucho o eligen estar solas, suelen comer sin compañía. Pero ¿quién imaginaría que almorzar o cenar en soledad puede ser perjudicial para la salud?
Un estudio de la Sociedad Norteamericana de Menopausia sugiere que las personas que comen solas cuidan menos su alimentación y tienen más riesgo de enfermedad cardiovascular.
Para los especialistas, las mujeres menopáusicas en general corren más riesgos de patologías coronarias por la baja de estrógenos, que son hormonas con efecto cardioprotector.
Los expertos estudiaron a 600 mujeres postmenopáusicas mayores de 65 años y observaron si comían o no solas, cómo era su estado nutricional y su prevalencia de enfermedad cardiovascular. Fue así que observaron que aquellas que comían solas tenían diversas consecuencias:
Los especialistas observaron además que las personas que comen solas suelen ingerir los alimentos más rápido, lo que contribuye al aumento de masa corporal, lípidos en sangre y presión arterial. Todo eso incrementa el riesgo de síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular.
La depresión es otro trastorno que hallaron los especialistas entre las personas que suelen comer solas. Según ellos, hacen menos actividad física, cuidan mucho menos la alimentación y tienen peores hábitos de vida.
Para los especialistas, compartir con otras personas el almuerzo o cena ayuda a:
Expertos en nutrición aportan las siguientes recomendaciones:
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