Trabajadores de la empresa AESA bloquean desde el lunes la puerta 2 de YPF para reclamar por 50 “despidos injustificados” y para frenar la posible cesantía de otros 40 operarios.
“Se trata de un caso de persecución gremial por parte de la firma para que los trabajadores acepten condiciones laborales perjudiciales para su salud”, detalló Alejandro Sepúlveda, dirigente del Nuevo Más.
Según pudo saber este medio, en su gran mayoría se trata de contratados oriundos de Mendoza y Rosario que están enrolados en la UOCRA y en las últimas semanas sufrieron accidentes laborales.
"El viernes hubo una fuga de gas sulfhídrico y diez compañeros fuimos afectados. Se me aflojaron las piernas, vomité y la garganta me empezó a picar”, relató uno de los trabajadores.
Tiempo atrás también se produjo una fuga de azufre que puso en peligro a parte de los operarios. En ambos casos la respuesta de la empresa fue obligarlos a seguir desempeñando sus tareas normalmente.
Por este motivo, los contratados infieren que se trata de un caso de persecución gremial para que acepten las extremas condiciones de trabajo. “A quienes no se acoplen a esta situación, les responden dejándolos en la calle”, criticó Sepúlveda.
“Los dueños de AESA juegan con la estabilidad laboral de cientos de familias. Pretenden enmascararar una reforma laboral que se da de hecho, mediante mecanismos coercitivos”, agregó.
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