Tres explosiones durante la madrugada de este miércoles dejaron a dos barrios aledaños a la planta productora de agroquímicos Atanor, en la ciudad de San Nicolás, sumidos en una incertidumbre total. Los vecinos debieron encerrarse en sus hogares por recomendación de los bomberos, que acudieron a apagar las llamas que se originaron por el incidente y que dejaron a un operario en grave estado.
La empresa, que fue condenada el año pasado por provocar daños irreversibles tras volcar desechos ilegalmente en el río Paraná, explicó en un comunicado que el incidente se originó por “un incremento de presión en el proceso de síntesis química de atrazina”, un compuesto químico que forma parte de los herbicidas producidos por la firma. Por el hecho, un operario sufrió heridas graves por el derrame de ácidos y tuvo que ser trasladado a un sanatorio de Rosario.
“Esto dio origen a un incendio en el sector de aminación de la planta, que requirió la intervención de los bomberos de San Nicolás y Ramallo”, ampliaron. El mismo fue sofocado, pero las consecuencias derivadas del hecho persisten en los barrios aledaños.
Los primeros perjuicios de los vecinos fueron expuestos en redes sociales, quienes mencionaron, además del impacto por las explosiones que se sintieron desde las 3.30 de este miércoles, el olor a humo “muy tóxico” que se apoderó del ambiente. A la mañana, calles, veredas y hasta plantas estaban cubiertas por lunares blancos y un polvo grisáceo.
“Es como cuando cortás cebolla, pero acá es peor porque no sabés por qué te arden los ojos”, relató Gabriel Godoy, vecino de la zona, a TN. Aseguró que las reacciones fueron diversas entre los vecinos del barrio ya que algunos sentían la garganta seca y otros sufrieron dolores de cabeza. Los síntomas se replicaron durante todo el día.
La situación en el barrio, más de doce horas después de la explosión, sigue siendo la misma: un entorno envuelto en un polvo grisáceo, con calles, veredas y plantas manchadas por lunares blancos.
Godoy manifestó que en reiteradas oportunidades pidieron que se hagan simulacros de evacuación por accidentes químicos, pero que la Municipalidad no les dio respuesta.
El origen de esos pedidos fue otro incidente, que se desarrolló en el puerto (a unas 20 cuadras del barrio), tras el incendio de una cinta transportadora de azufre.
Tras una reunión con presidentes vecinales, la empresa indicó que los vecinos deben vaciar piletas y no permitir el esparcimiento de mascotas al aire libre ya que tanto el agua de recipientes como el césped pueden estar contaminados.
Horas después de las explosiones, el Juzgado de Ejecución Penal de San Nicolás dictó una medida cautelar que dispone el cese de operaciones inmediato de la planta, tanto en su producción como en el ingreso y egreso de camiones.
La medida, firmada por la jueza Luciana Díaz Bancalari, dispone que dure “hasta que se encuentren dadas las condiciones de seguridad para que esa planta continúe operando”. En caso de no atenerse a esta disposición, la magistrada dispuso una multa a Atanor de 10 millones de pesos por cada día de incumplimiento.
El abogado Fabián Maggi, de la Asociación Civil Cuenca Río Paraná, que participó de la querella en la que Atanor fue condenada en 2023, aseguró: “Es la misma jueza que los condenó (el año pasado) y que, ahora, dice que incumplen la sentencia. Toma una determinación de las más severas y en forma inmediata. Esto es de una gravedad difícil de transmitir”.
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