En la vida, donde la cocina nos reúne a todos, Valentín Gorbalán, oriundo de nuestra ciudad, tomó su escuela proveniente de su familia y, con empeño, garra y corazón, elevó sus conocimientos para llegar a lo más alto de la cocina mundial.
En esta oportunidad, el pergaminense contó a SEMANARIO EL TIEMPO más acerca de su recorrido en diferentes cocinas internacionales, de sus proyectos, de su entorno familiar y de cómo forjó su camino en este rubro que tanto le apasiona.
- ¿Cómo fueron tus primeros acercamientos en la cocina y quienes fueron tus mentores en este mundo?
- A los 10 años, fue cuando empecé a interesarme más en la cocina gracias a mis abuelas, Regina y María, y mi madre. Pero como ella trabajaba y viajaba, ellas fueron las que nos cuidaban y me enseñaron este mundo.
Luego, en lo profesional, mis mentores fueron todas las personas con las que trabajé, de todas ellas aprendí y considero que no hay un sólo mentor, sino que hay muchos. Tengo la mentalidad de que se puede aprender y nutrirse de todos, como de la persona que lava los platos, que es la base de la cocina.
-¿Cómo se desarrolló tu carrera y cómo fue tu evolución en el rubro?
- Mi primer contacto fue como lavaplatos y, con la plata que ganaba, ayudaba a mis viejos y me pagaba los estudios. Luego, me fui unos meses a trabajar a la costa, como cocinero de una familia, en Mar del Plata; después viajé a Uruguay a hacer pasantías en el Hotel Hyatt de Carmelo, posteriormente trabajé en el Hotel Sheraton de Colonia y, de ahí, me fui a hacer dos temporadas a Punta del Este, que la verdad fue el trampolín, el salto a Europa.
Mi recorrido en el viejo continente comenzó en Saint Tropez, dónde hice temporada en un restaurante en la playa; mi camino continuó en París cuando estuve en un restaurante de carnes. Luego, me fui a Berlín y trabajé en una cafetería y después me encontré con la pandemia, momento en el que no había mucho trabajo.
Lo que te puedo decir es que la evolución fue muy sacrificada, hay que poner todo de uno y siempre poner el pecho, ya que es un rubro y una carrera complicada, pero se llega.
- ¿A qué personalidades de renombre tuviste la posibilidad de agasajar con tus servicios?
- La primera vez fue cuando cocinamos en el casamiento de Carlos Tévez, en Uruguay, dónde había muchos famosos de todas partes.
En París trabajé para personas muy conocidas del mundo de la música y la moda, pero en Dubai fue donde tuve más llegada a personas de renombre como Piqué, Marcelo, Ronaldinho, Zlatan Ibrahimovic, Julio César. Pero el más importante al que le pude cocinar y conocer fue Giorgio Armani, ya que es una eminencia.
-¿Qué significa para vos ser premiado con una Estrella Michelín?
-La Estrella Michelín la conseguimos con todo el equipo de trabajo cuando estuve en Armani Restaurante, el restaurante insignia de Armani Hotel, que está en el Burj Khalifa (Dubai). Para mí, tal premio fue como entrar al olimpo de los chefs, es algo con lo que cualquier cocinero sueña y aspira.
En ese momento, pusimos mucho trabajo, dedicación, como también nos estresamos demasiado, pero llegar fue súper gratificante.
Más allá de todo lo que implica, fue como un gran premio que me hizo sentir que puse todo de mí y que dio sus frutos. Es lo máximo haber estado en ese momento y es una experiencia que no voy a olvidar nunca en mi vida.
- ¿Cuál es tu objetivo con tu nuevo restaurante en Dinamarca?
- Actualmente, trabajo en Fuego donde soy el jefe de cocina del lugar y con mi jefe abrimos en paralelo Nonna Regina, que lleva el nombre de mi abuela en su honor.
Mi objetivo es mostrarle a la gente, en ambos restaurantes, lo que plasmo con mi cocina en un plato en cuanto a lo que me gusta comer y hacer.
Entonces es darle mi identidad al lugar; darle personalidad, ser un poco atrevido con los sabores, jugar con el picante y con las presentaciones de los platos. Ese es mi objetivo, darle una experiencia a cada persona que viene a comer.
-¿Qué estilos de comida servís en Nonna Regina?
- En Nonna Regina servimos estilo italiano, casero y rico por sobre todas las cosas, bien de hogar, donde tratamos de replicar todos esos sabores que te hacen sentir y transportar, de alguna manera, a la casa de la abuela sin perder el toque moderno y lindas presentaciones en los platos.
- ¿Qué objetivos tenés a futuro?
- Como chef y como persona creo que, como la mayoría de los cocineros, mi sueño es tener mi propio restaurante, pero al mismo tiempo el objetivo que tengo a futuro es hacerme conocer acá en Copenhague, la ciudad donde actualmente trabajo, y creo que voy por buen camino.
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