Favio Di Pablo es un joven geselino de siempre. De familia residente, con rubro comercial en la ciudad de años, este muchacho de 36 años está -sin quererlo ni pedirlo- al frente de la cruzada para que se autorice volver a ingresar al mar para realizar lo que más ama en esta vida: surfear las olas de la ciudad. Este filosofía de vida acompaña una terapia natural que, con la cuarentena, ha alterado su vida drásticamente. Entérate de esta historia en primera persona.
Di Pablo es surfista de corazón. Lejos de tomarse la disciplina acuática como algo profesional, su pasión es surfear, "corretear" olas y utilizar la conexión con la tabla y el mar para armonizar y desestresar su vida. Con casi una década de surfing activo, tanto en invierno como en verano, Fabio ingresa al océano para bajar los decibeles del trabajo y la vida diaria. Y ahora en aislamiento, quiere seguir practicando la actividad deportiva.
Pero la llegada del coronavirus y la posterior cuarentena obligatoria hundió sus visitas al mar a lo más profundo de su ser. "A mí, el surf me salvó la vida, me enseñó a tomarme las cosas con otra filosofía, me calma, me relaja y me pone bien para asumir lo que resta del día", explicó Di Pablo en dialogo con Sector Informativo.
Es que, como Favio, muchísimos jóvenes locales piensan que la realización de deporte es necesaria, siempre tomando las cuestiones de higiene como escudo. Así como están los runners que quieren trotar, los vecinos que quieren pescar, hay otros que quieren surfear en soledad, sin peligro latente de contagio con absolutamente nadie.
"Lo que estamos pasando los surfistas de Gesell es excesivo. Son 67 días de cuarentena. A mi me ha afectado a tener que pedir ayuda psicológica, me ha afectado emocionalmente. Me produjo ataques de pánico, que hace tiempo que no tenía, incluso aumenté la dosis de la medicación que tomo para estabilizarme. Estoy esperando para que resuelvan esto", explicó Favio al respecto de lo que genero la imposibilidad de realizar la actividad.
"Yo necesito estar en el agua, ese es el pedido que venimos haciendo hace bastante. Estamos a la espera, con este problema que es lo emocional", indicó el joven surfista a la vez que agregó "estoy buscando ayuda para poder recuperarme emocionalmente, pero la medicina está acá, en la playa, en el mar. Es es la solución".
El grupo de surfistas que pide ingresar al mar argumenta que no existe riesgo de contagio alguno por realizar la actividad. Incluso, explicaron que los surfistas mantienen distancias reglamentarias para no estorbarse cuando recorren la ola. Y fueron más allá: si la comuna a través de la Dirección de Deportes organiza las entradas al mar por horarios y playas, también estarían de acuerdo a disponerse a ese efecto.
Evidentemente, la pandemia y el aislamiento obligatorio nos muestra que la vida, en lo inmediato, no volverá a ser la de antes. Pero eso, no significa que debamos renunciar a nuestra actividad física y recreativa. Como pasa con otros deportes, tal vez sería hora de comenzar a pensar de una cuarentena flexible y responsable, cuidada y con prevención, para el deportista local. "Esto que genera el deporte, el surf, se lo puedo explicar a alguien que sienta la disciplina como yo. Es muy difícil. Sólo sé que me cambió la vida".
Si todavía no recibís las notificaciones de PRIMERA PLANA, mandanos un Whatsapp al 2477.506005 con la palabra ALTA y pasarás a formar parte de nuestra base de datos. ¿Más fácil? Hacé click en el siguiente enlace http://bit.ly/2tCrZx.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.
