El secretario de Seguridad del Municipio, Karim Dib, aseveró en conferencia de prensa, días atrás, que cada fin de semana detectan “alrededor de 15 fiestas clandestinas” y que, “en el caso de estar dadas las condiciones”, proceden a suspenderlas y a desalojar a los concurrentes.
Sin embargo, es evidente que no se pueden detectar las fiestas clandestinas que se realizan en la zona de la Autovía, en el tramo no habilitado que conecta la Ruta Nacional Nº 188 con la Provincial Nº 32, en las proximidades del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Parque Industrial.
Ese amplio sector aparece frecuentemente cubierto de suciedad: Latas de cerveza, botellas de todo tipo, bolsas, envoltorios de cigarrillos y golosinas, papeles y distintos objetos, aparecen sobre flamante cinta asfáltica.
Si bien ese tramo de la autovía no está aún habilitado para el tránsito de vehículos, es muy utilizado por ciclistas y “runners” que aprovechan las bondades del asfalto liso y la ausencia de vehículos motorizados pera desarrollar su actividad y son precisamente ellos quienes se encuentran frecuentemente con los vestigios de las fiestas.
Además, según pudo averiguar PRIMERA PLANA, por la noche se realizan “picadas”, principalmente de motocicletas, y se registraron al menos dos accidentes en esas circunstancias.
La falta de controles y la peligrosidad inherente a este tipo de actividades configuran un panorama complicado, ya que la cantidad de participantes de esas competencias clandestinas aumentaron durante los últimos fines de semana, lo que genera una panorama de preocupación entre quienes frecuentan el sitio.
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