En medio de la fría mañana del día de ayer y con niebla combinada con el manto de humo que proviene de las quemas del Río Paraná y cubren la ciudad hace algunas jornadas, la tranquilidad habitual de la Plaza Merced se vio enmarañada por dos reclamos.
Uno fue encabezado por médicos y ambulancieros del Sistema de Atención de Emergencias Médicas (SAME), servicio que se vio suspendido por varias horas en medio de un reclamo por falta de insumos y condiciones laborales y salariales al intendente municipal, Javier Martínez.
La problemática lleva varios meses producto de la municipalización de un servicio que antiguamente dependía de la Provincia. “Desde que el servicio se municipalizó está muy mal manejado”, dijo uno de los empleados del SAME a PRIMERA PLANA.
“Ahora no le pueden echar la culpa a la Provincia ni a nadie. El problema es de atraso de paritarias y sueldos, además de falta de insumos de todo tipo”, sostuvo.
Mientras las dos ambulancias disponibles para el servicio estaban colocadas en la puerta de la Municipalidad, los médicos se reunieron con Martínez y la secretaria de Salud, María Marta Perretta para intentar destrabar el conflicto.
Por otra parte, el otro reclamo, a pocos metros, fue protagonizado por vecinos y vecinas de distintos barrios que intentaban concientizar a los habitantes de la ciudad por “un consumo responsable del agua” y con pancartas y consignas pidiendo por el control de la calidad del líquido elemento de parte de la Municipalidad.
Una de las referentes de la marcha dijo que “el problema del agua no es un hecho aislado en uno o dos barrios como dice el intendente.
“Acá hay un problema en toda la ciudad. Necesitamos que se cumpla con lo que dictaminó la Justicia y se controle la calidad del agua en todos los pozos de la ciudad”, pidió.
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