El buque museo Ara Irigoyen quedó a pocos centímetros de recobrar su ubicación normal luego de que el personal de la Armada Argentina lograra adrizamiento.
Sucedió luego de cinco días de arduos trabajos que el personal de la fuerza efectuara en el lugar con más de 50 hombres dispuestos tanto en forma diurna y nocturna.
La pronunciada e histórica bajante del río Paraná provocó que el barco quede apoyado en el lecho del riacho San Pedro y la fuerza que ejerció hacia su lateral izquierdo hizo que se corten las amarras de popa y estribor y la nave se incline peligrosamente sobre su lateral izquierdo y comience a penetrar el agua a la sala de máquinas.
Las autoridades explicaron que el barco se inclinó unos 30 grados hacia su derecha, que ya lograron inclinarlo 7 grados más y para culminar deberían recuperar otros 7 grados más.
Luego, con las tareas ya culminadas, será el municipio quien deberá hacerse cargo de las tareas que restan realizar tanto en el interior del barco como en el exterior.
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