Tras viajar el jueves al barrio porteño de Belgrano, para el control postquirúrgico, la familia de Milo volvió a Pergamino, con muy buenas noticias y a seguir en el aislamiento preventivo.
La complejidad y la urgencia en la cirugía del bebé eran dos cuestiones intrínsecamente vinculadas para la mejora de su plagiocefalia sin condicionar su calidad de vida.
La burocracia del Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) Pergamino le había postergado dos veces la cirugía.
En diálogo con PRIMERA PLANA, confirmaron la buena nueva desde su entorno familiar. “Salió todo bien, estamos donde queremos estar y juntos. Con Milo súper bien, recuperándose, ya sin los puntos. Desde que nació, tuvimos sentimientos encontrados y mucha incertidumbre por saber qué pasaría. Hoy, eso quedó en el pasado”, contó felizmente su mamá Estefanía y definió que “lo peor ya pasó, ahora hay que cuidarlo mucho”. Esa atención especial es por la placa que a Milo le colocaron en su cabeza para corregir su craneoplastasia.
"Obvio nos quedan tiempos de cuidados extremos, porque con esto que ya va a empezar a intentar caminar y no se puede golpear; va a ser un mimado total", expresó de manera cómplice su mamá. Después de tantas idas y vueltas, por fin la familia está en paz, y en su casa. “Estamos felices porque todo lo que hicimos valió la pena”, sintetizó Estefanía.
A modo de reflexión sobre lo sucedido, “no quiero dejar de agradecer a nuestra familia, a la gente que nos ayudó y nos apoyó, a los medios de comunicación y a la Justicia que falló a favor de Milo”, resaltó su mamá. El deseo de los padres es claro: “Que esto sirva para que no haya más 'Milos' que tengan que luchar para conseguir lo que corresponde. Gracias a todos”
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