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“Los Buenos Hijos”: Una travesía de 32 años hacia la inclusión y el sueño de un espacio propio

“Queremos que el servicio sea de excelencia y cada vez tenemos más niños que solicitan ingresar”, dijo María José Unno

En el corazón de Pergamino, la Escuela Especial “Los Buenos Hijos” es un faro de esperanza y dedicación. Fundada hace 32 años por María Rosa León y un grupo de padres comprometidos, esta institución se erigió como respuesta a la necesidad de brindar educación especializada a niños con síndrome de down y discapacidad intelectual.

En sus primeros pasos, narrados hace varios años atrás por María Rosa en el medio de relevancia nacional Ambito Financiero, la insitución surgió como un grupo parroquial y luego evolucionó hacia el Instituto de Apoyo al Síndrome de Down y Retardo Mental Leve (INASD Y RML), una Asociación Civil sin Fines de Lucro reconocida como entidad de bien público.

El camino fue un constante desafío, con alegrías y decepciones, obstáculos y prejuicios. Sin embargo, en 2001, después de 10 años de arduo trabajo, lograron el sueño de establecer la primera Escuela Especial autorizada por la Dirección General de Educación de Gestión Privada (DIEGEP) en la ciudad.

Desde entonces, la escuela vivió mudanzas y crecimiento constante en matrícula. Funcionó inicialmente en una casa cedida en comodato por la familia Vázquez, adaptando los espacios para cumplir con los requisitos de organismos como el Servicio Nacional de Rehabilitación y la DIEGEP. A pesar de los desafíos, la Escuela "Los Buenos Hijos" creció gracias al apoyo de la comunidad y actualmente alberga a más de 75 alumnos, mientras otros 30 aún  se encuentran en lista de espera, en un edificio ubicado en Avenida Marcelino Ugarte 427.

El próximo capítulo de su historia es la construcción del edificio propio en un terreno donado por el Municipio en 2007.

Con el respaldo de la arquitecta Cecilia Pérez Ruiz y ejecutado por la firma local Tidelco S.A., este proyecto abarca 560 metros cuadrados con 5 aulas, 2 cocinas taller, sanitarios, gabinete, direcciones, depósitos y patio semicubierto.

La financiación para esta obra provino fundamentalmente de recursos propios y algunos pequeños aportes a través de  subsidios del Fondo Educativo Provincial y otro de la Cámara de Diputados de la Nación en años anteriores, además del compromiso loable de empresas privadas locales y donaciones de particulares y familias.

No obstante, la indiferencia de la banca ha sido un obstáculo, incapaz de ver el valor del proyecto educativo a lo largo de 30 años.

 

La escuela y su misión

“Los Buenos Hijos” brinda prestación educativa a niños y jóvenes con discapacidad intelectual, proactivando sus capacidades y talentos. Funciona de 8:30 a 16:30 hs., con talleres de tecnología y alimentación en jornada completa. La institución busca una formación integral y profesional, con proyectos de integración educativa y socio-laboral.

La misión se centra en proporcionar a niños y jóvenes con discapacidad intelectual herramientas y apoyos que promuevan su permanencia en el sistema educativo, asegurando una mejor calidad de vida presente y futura dentro de un marco de equidad, pertenencia y calidad.

La representante legal de la institución María José Unno, dialogó con el Semanario EL TIEMPO y dijo que “el Instituto de Apoyo al Síndrome de Down es la entidad propietaria de la Escuela Especial de Buenos Hijos, es una ONG sin fines de lucro, una organización de la sociedad civil”.

 

El sueño del edificio propio

Con un esfuerzo inconmensurable, quienes integran la institución, trabajan por su sueño de tener su espacio propio, que se viene desarrollando hace años en la calle Conscripto Silva  al 1685.

“Estamos con el proyecto del edificio propio, en etapa por etapa. La empresa constructora Tiderico nos financia la obra, estamos terminando baños, gestionando divisiones de melamina, buscando presupuestos y sponsors para la electricidad y cielorrasos suspendidos”, señaló la representante legal.

“Nosotros le vamos pagando por semana o cada 15 días con lo que recaudamos en una feria de venta de ropa nueva y usada, también con ayuda y aportes de presupuestos y proyecto”, agregó.

Además, subrayó la importancia de la escuela en la ciudad. “Siempre es importante destacar que la escuela da respuesta a una demanda social colectiva, a una demanda social comunitaria de la comunidad Pergamino. Seguimos apostando a poder terminar la escuela, con la expectativa de trasladarnos en las vacaciones de invierno. Queremos que el servicio sea de excelencia y cada vez tenemos más niños que solicitan ingresar”, dijo María José Unno.

 

La ayuda de la comunidad

Para culminar, Unno pidió ayuda de la ciudadanía. “Hay gente que dona mil, mil quinientos, dos mil, lo que puede, y eso lo vamos capitalizando para comprar insumos y pagar a la empresa constructora”, indicó.

La comunidad puede sumarse al sueño de la casa propia para Los Buenos Hijos donando al Banco Credicoop, CBU Nº 19103383 55033800984696, Alias: Escuela.buenos.hijos o contactando por Whatsapp al 247758-6438.

Las redes sociales son escuelalosbuenoshijos en Instagram y Escuela Especial “Los Buenos Hijos” en Facebook. En esta última etapa, la solidaridad se vuelve la clave para alcanzar la anhelada casa propia y seguir construyendo un futuro inclusivo.

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