Las sombrías realidades de la trata de personas y la explotación sexual a menudo permanecen ocultas a plena vista, pero un reciente operativo en nuestra ciudad, en el Segundo Cruce de Caminos, arrojó luz sobre una situación pocas veces descubierta y de extrema vulnerabilidad.
Según fuentes cercanas a la investigación a las que tuvo acceso PRIMERA PLANA, todo comenzó a raíz de una denuncia en una causa que estaba siendo investigada por el Area de Coordinación en materia de Estupefacientes del Ministerio Público Fiscal del Departamento Judicial Pergamino.
Surgió entonces que en un lugar usurpado de ese sector de la ciudad, se estaría explotando económica y sexualmente a mujeres.
Ante la alarma, se puso en marcha una pesquisa conjunta con el Grupo de Trata de Personas de la Policía Federal Argentina (PFA), bajo la supervisión de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 3.
Una vez en el terreno, los investigadores se encontraron con una situación que superaba sus peores expectativas. Lo que inicialmente se creía que era un prostíbulo resultó ser una casa tomada, donde una mujer, mayor de edad, se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad y bajo los efectos de las drogas, con cocaína en distintas partes de la edificación.
Cuando ingresaron los efectivos de la PFA, se toparon con una escena dantesca, que también incluía a un hombre mayor de edad, en un estado de coma etílico, al borde de la muerte, sobre una cama. El individuo ser traslado de urgencia por una unidad del Sistema de Asistencia Médica de Emergencias (SAME) al Hospital Interzonal General de Agudos "Sa José".
La situación general, descripta por los policías, era desoladora, de un estado calamitoso, con extrema suciedad y un fuerte olor nauseabundo. Lo más impactante fue descubrir a los dos niños, hermanos de 6 y 8 años, hijos d de la mujer, sumergidos en condiciones de vida deplorables.
Ante el espeluznante cuadro, la prioridad inmediata fue resguardar a los menores, que fueron trasladados a un hotel, bajo el cuidado de personal del Servicio Local de Promoción y Protección de Derechos del Niño, Niña y Adolescentes de la Municipalidad.
La PFA se hizo cargo de trasladar a la mujer a un lugar seguro y se resolvió no tomar medidas restrictivas contra su libertad, ya que para la Justicia es considerada una víctima.
Muchos vecinos y vecinas del sector denunciaron que la situación de la mujer y sus hijos lleva mucho tiempo y era conocida en la zona. Pero ningún dispositivo municipal se percató, razón por la cual debió intervenir el Ministerio Público Fiscal.
El impactante suceso del martes a la tarde destapó una compleja situación de abandono. Lo que vuelve a quedar claro es que el Estado Municipal vuelve a fallar en su deber de prevenir y contener este tipo de problemáticas y situaciones límites.
La ausencia de políticas efectivas para abordar estos temas se evidencian nuevamente en Pergamino y pone de manifiesto la necesidad urgente de implementar programas reales y concretos en el territorio antes que se conviertan en tragedias.
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