El robo de cables para la posterior venta de los metales se convirtió en una preocupación creciente en varias ciudades de Argentina y Pergamino no está ajena.
En lo que va de 2024 al menos cuatro jóvenes murieron electrocutados y casi un centenar de personas sufrió heridas de consideración cuando intentaban sustraer elementos de conducción en distintos puntos del país y suman cientos los detenidos. Esta práctica se profundizó en medio de la crisis económica por la que atraviesa el país.
Detrás del robo de cobre y otros metales hay una serie de factores que explican por qué esta actividad criminal está en ascenso y parece no detener su marcha.
La necesidad de obtener lo que sea para revender, la marginalidad, la drogadicción, las redes que favorecen la reventa y la falta de medidas de seguridad son algunas de las variables que se conjugan para entender ese delito que perjudica principalmente a los vecinos que en muchas oportunidades pasan por horas o días sin algunos servicios esenciales.
En la vía pública
En la noche del lunes, vecinos de calle Scalabrini Ortíz, convocaron a la Policía para denunciar que delincuentes habían sustraído más de 40 metros de cable del tendido eléctrico perteneciente al servicio que brinda la Cooperativa Eléctrica Limitada Pergamino (CELP).
A los pocos minutos se hizo presente una cuadrilla de la CELP, acompañada por personal de la División de Comando de Patrulla y la Comisaría Tercera, para solucionar los inconvenientes ocasionados por al menos dos ladrones -conclusión de los investigadores por la cantidad y peso de lo robado-.
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