Tiene 31 años y juega en el Jonica F.C, equipo que pertenece a la Eccellenza italiana. Es Ignacio “Nacho” Tabares, quien debutó en Douglas Haig, en el Torneo Argentino "A", en la temporada 2011/2012. Esa temporada consiguió el ascenso y vivió una experiencia única, junto a un gran grupo.
También jugó el "Federal B" siendo parte de varios clubes de la zona como La Emilia, Sports Salto, General Rojo y Atlético Uruguay de Entre Ríos.
En 2016 se fue a Italia y militó en instituciones como Libertas, Notaresco Calcio, F.C.B Calangianus, Orrolese, A.S.D Tonara, hasta su club actual: Jonica F.C, que está en Sicilia, pueblo Santa Teresa Di Riva, al lado de Taormina.
- ¿Qué recuerdos tenés de tu infancia y adolescencia en Pergamino?
- Hermosos. Cuando vuelvo aparecen en cada rincón donde disfruté mucho. El campito en el Cruce al lado de la casa de mi tía, donde crecimos peloteando con mi primo y mi hermano. Los almuerzos con mi abuelo, el Club Sirio y la metropolitana con Douglas, tantos momentos con mis amigos de toda la vida. Me dio muchas cosas lindas Pergamino.
- ¿Qué queda de tu paso por Douglas Haig?
- Un sentimiento hermoso que me voy a llevar toda la vida. Haber compartido vestuario y cancha con tantos ídolos del club que veía de chico fue algo espectacular, para mí eran grandes líderes y mejores compañeros. Aprendí muchísimo y sin dudas ayudó para todo el recorrido que vino después. Obviamente que coronar todo esto con el ascenso a la B nacional, le dio el toque mágico a una historia que quedará guardada para siempre. Me acuerdo el abrazo con mi viejo, los dos llorando de alegría y se me pone la piel de gallina.
Párrafo aparte también para Omar y todo el cuerpo técnico que me subieron al plantel y me dieron la posibilidad de debutar.
-¿Hay mucha diferencia entre el futbol argentino y el europeo?
- Quizás sea un poco menos frenético el fútbol europeo, pero sinceramente no noto grandes diferencias. Nosotros, en Argentina, tenemos muy buena materia prima, y allá están más organizados, pero esa mezcla de potrero y pasión que tenemos por el fútbol, allá, es muy bien vista.
-Si tuvieras que pensar en tres lugares de Pergamino para volver y detenerse a reflexionar ¿Cuáles serían y por qué?
- No sabría responderte. Con el tiempo aprendí que todo lo que nos pasa tiene una explicación a la vuelta de la esquina. El problema es que a veces no nos animamos a llegar hasta ahí y perdemos lindas oportunidades. En mi caso fui siempre un convencido de mi pasión y de éstas ganas de jugar a la pelota y agradezco a mí mismo el no haber bajado los brazos cuando parecía que las cosas no iban a buen puerto.
- ¿Cuál es su futuro deportivo?
- Por ahora la redonda me sigue llevando para Italia y yo la sigo a donde va. Ojalá me regale una linda alegría este año, hay muchas ganas de hacer las cosas bien y tratar de pelear el campeonato. Tenemos rivales duros, pero ya estuvimos cerquita una vez. Habrá que seguir insistiendo.
-¿En qué condiciones podrías volver a jugar a Pergamino?
- Dependería mucho de la edad en la que se dé un posible regreso. Personalmente me cuido y entreno siempre, pero, para cierto nivel, tenés que estar siempre muy preparado. No te niego que la posibilidad de jugar en Douglas y que mi familia pueda ir a la cancha es algo que por ahí se me viene a la cabeza, pero sólo una vez existió un pequeño acercamiento que quedó en la nada, y la realidad es que estoy bien allá, la idea es seguir un par de años más. Veremos que nos depara el futuro.
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