Los adolescentes de 14 y 15 años que están señalados por la Fiscalía del Fuero de Responsabilidad Juvenil del Departamento Judicial Pergamino de atacar de manera atroz a Diego Ramón Javier Ferreyra, más conocido como “Ramoncito”, no están detenidos.
Están acusados de Homicidio en Tentativa, pero siguen libres porque son inimputables, por el hecho de la madrugada de ayer frente al Parque España, a metros de Avenida Vélez Sársfield.
La instrucción desarrolló ayer una audiencia de “derecho a ser oído”, lo que en el Código de Procedimiento Penal tiene su equivalencia en una declaración indagatoria, en la que partir de su notificación en el mayor de edad reviste la calidad de procesado.
Además se dispusieron entrevistas de peritos para la confección de informes respecto de los perfiles psicológicos-psiquiátricos de los menores y para certificar si son peligrosos para sí y para terceras personas.
Por otro lado, la instrucción también solicitó informes socio-ambientales en sus viviendas y familias y de concepto en el vecindario.
Reunida la prueba, el fiscal Horacio Santiago Oldani, que cuenta con la instrucción de Pablo Ferreira, le solicitará al juez de Garantías del Fuero de Responsabilidad Juvenil, Guillermo Gerlero, una audiencia en el marco del Artículo Nº 64 de la Ley Nº 13.634, que contempla el requerimiento de medidas de seguridad restrictivas de la libertad ambulatoria para niños inimputables que cometieron delitos graves.
Los acusados de la feroz golpiza a “Ramoncito” no son desconocidos para el fiscal ya que están en constante conflicto con la ley, en hechos contra la propiedad principalmente. Y el de 15 años cumplirá 16 a fines de éste mes.
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Los agresores no están detenidos porque la edad de imputabilidad es el límite inferior a partir del cual los adolescentes pueden ser juzgados por la Justicia e ir presos a una cárcel.
En la Argentina, según el Régimen Penal de Minoridad promulgado en 1980 durante la dictadura militar, esta edad se estableció en los 16 años, es decir, que los menores de esa edad no pueden ser juzgados.
En la legislación actual, los menores de 16 años no tienen un régimen penal que regule su responsabilidad ante un delito. Inclusive la norma establece que si el menor es pobre o presenta problemas de conducta, el juez puede decidir internarlo en un instituto penal el tiempo indispensable que crea necesario. Esto genera, en la práctica, que varios menores de 16 años se encuentren privados de su libertad en la Argentina sin que hayan tenido un juicio previo.
Sin embargo, los adolescentes de entre 16 y 18 años tampoco son juzgados por el mismo sistema que los adultos. Sólo son punibles -es decir, que merecen castigo- aquellos que cometan delitos con penas mayores a 2 años -por ejemplo, homicidios dolosos- pero recién a los 18 pueden empezar a cumplir su pena en una cárcel. Hasta ese momento, estos menores pueden estar privados de su libertad en institutos especializados o centros cerrados.
¿Cómo está “Ramoncito”?
Diego Ramón Javier Ferreyra fue intervenido quirúrgicamente de urgencia durante varias horas y permanece en estado crítico, en la Unidad Terapia Intensiva del Hospital Interzonal General de Agudos “San José”.
Es asistido por un respirador artificial y le colocaron un catéter intracraneal debido a las hemorragias cerebrales. Sufrió fractura craneal parietal derecha, con aplastamiento y pérdida de masa encefálica.
El monitoreo es permanente debido a la gravedad del cuadro ya que posee riesgo de vida.
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