Douglas visitaba a Gimnasia, luego de un empate de local frente a El Linqueño, que había dejado demasiados interrogantes. Del otro lado, El Lobo intentaba sumar por primera vez en el torneo, luego un flojo arranque y tres derrotas al hilo en el comienzo de su participación en el campeonato.
A los 6' el 10 (García) habilitó al 11 (Damián Baltoré) y remató a centímetros del palo izquierdo de Carrera.
A los 11' recuperó Díaz, Olego asistió a Ibarra en una mano a mano y la pelota dió en el caño izquierdo de Jairo Díaz.
El partido era de ida y vuelta, llegando con centros y algún pase filtrado del “Lobo” y el rojo y negro apostando a la contra.
Recién a los 10' Douglas tuvo su primera aproximación en un córner de Serrano, cabeceado por López que no llegó a destino de gol.
Promediando la mitad de la primera parte, el local lucía mucho mejor en el partido, con un Douglas que le costaba en demasía hacer pie con un campo de juego pesado en extremo. Los hilos del partido los manejaba García que era la figura del encuentro.
Una muestra de ello fue cuando Viale se proyectó y un rebote le quedó al propio García que remató desviado. Al Fogonero se le dificultaba la recuperación de la pelota para gestar peligro y Viale seguía proyectándose con García como asistidor..
A la salida de un córner despejado, Medina le dió de volea y magnífico Carrera impidió el gol del Lobo, enviando la bocha al tiro de esquina.
Los que más intentaban en el conjunto de Pergamino eran Caballuci, Serrano e Ibarra, pero las asociaciones eran esporádicas y el equipo de Antonelli no podía encontrar fluidez en ataque.
La primera parte se consumía con un Gimnasia que era dueño de la pelota y parecía controlar el trámite, aunque Douglas pudo marcar de contra.
SEGUNDO TIEMPO
Para el complemento, Maximiliano Antonelli modificó el esquema al hacer entrar a Pablo Mazza por Emanuel Díaz desde el vestuario, proponiendo un partido más de ida y vuelta.
Los primeros minutos fueron vertiginosos, aunque sin precisión, abusando de centros imprecisos, sin transición casi en el medio campo y con carencia de elaboración de los dos lados.
A los 5´ de la etapa complementaria se juntaron Mazza, Lluy e Ibarra para luego de una serie de toques, habilitar a Medina que tuvo un remate claro que se desvió cuando tenía destino de red.
La respuesta del local no demoró en llegar y a los 8' Bartoré abrió el marcador en una contra en la que Lluy no pudo despejar. El Fogonero quedó mal parado y dejó a 3 jugadores de Gimnasia solos contra Carrera que no tuvo nada por hacer. Era el 1-0 para el local, en medio de una cancha que ya no escurría el agua incesante que había caído en las últimas horas en la localidad entrerriana.
Para colmo, los siguientes minutos fueron de supremacía para el local, que pudo haber ampliado. A los 13' Carrera nuevamentesalvó lo que parecía una nueva caída de la valla de un Fogonero que no hacía pie.
Nuevamente Viale a los 21´asustaba a los de Pergamino con un remate de lejos, que casi termina en el angulo superior derecho del arco defendido por el exSarmiento de Resistencia.
En un intento casi desesperado de Antonelli por cambiar el rumbo del encuentro, mandó a Figueroa y Aita por Serrano e Ibarra. Antes ya habían salido Lluy y Medina, dejando al equipo 4-1-4-1.
Sin embargo, Douglas no marcaba, amontonaba gente y sólo Caballuci guapeaba buscando llevar peligro, pero el rojo y negro quedaba muy expuesto a la contra.
Ya a los 37, Carrera salvó un tiro de Germanier, enmendando una mala salida propia y solo un minuto más tarde llegaría una jugada que sería determinante a la postre, ya que
Benitez se iría expulsado por doble amarilla, dejando a su equipo en inferioridad numérica. Esto, sumado a los cambios que mejoraron la producción del equipo, hicieron que Douglas fuera en búsqueda de la igualdad y la misma llegó en tiempo cumplido.
A los 45' un centro pasado de Cuello le quedó a Aita, quien gambeteó a su defensor y pisando el vértice del área chica cruzó el remate de derecha a izquierda, venciendo a Diaz, para desatar la euforia y clavar el 1-1.
En los 5' del adicional, pudo llevárselo Douglas, que no encontró nunca su buen fútbol y que aprovechó los cambios propios y ajenos, más la expulsión del central para empatar un partido que le fue esquivo en el desarrollo.
Seguramente el extécnico de El Linqueño se habrá ido con preocupación por la falta de funcionamiento de las piezas de un equipo que todavía debe ensamblarse, pero con la esperanza de poder mejorar con el transcurso de un torneo que es largo en extremo.
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