“Siempre quise poner una forrajería, por el contacto con la gente y el tipo de servicio que se ofrece. Poco de eso viví ya que al mes se terminó la atención al público”, afirmó el dueño de Zona Mascotas, forrajería y pet shop, un comercio que lleva cinco meses abierto y casi cuatro bajo el protocolo de trabajadores esenciales exceptuados, por la venta de alimentos y productos de higiene y limpieza.
El propietario es Guillermo Montesano, tiene 34 años y trabajó los últimos 16 en una casa de electrodomésticos y tecnologías de nuestra ciudad, hasta que decidió emprender su camino. El cambio no fue sencillo ni cómodo. “Me puse a buscar un local a mediados de enero, y los primeros días de febrero ya estaba inaugurando la forrajería, la fui armando y stockeando con el correr de los días”, expresó.
“Lo que pensaba que iba a ser lo que más iba a disfrutar, que era el contacto con la gente, se volvió algo poco usual. No soy muy asiduo a las redes, por lo que le pedí ayuda a mi sobrina para que pueda crear redes sociales para así dar a conocer mi trabajo”, señaló sobre lo que imaginaba y lo que realmente sucedió y sucede.
Es a través de las redes sociales donde interactúa con gran parte de su audiencia o público. Fotos en Facebook y sorteos en Instagram hace que la ciudadanía más joven tome conocimiento de las opciones de este negocio. “Puse mi número de celular y me escriben de la mañana a la noche de lunes a lunes, por suerte. Desde el vecino que quiere medio kilo de alimento para su perro a quienes necesitan una escoba o productos de limpieza”, dejó entrever a modo anecdótico a PRIMERA PLANA y detalló que “corto a las 16:30 todos los días ahora que hay una hora de más, así puedo armar los paquetes en el local y salir a repartir en mi vehículo particular”.
El uso de Instagram hace que los seguidores aumenten, y se fidedignen después de cada sorteo, “A veces consulto, y me cuentan por lo general que llegaron a través de un sorteo” y agregó el valor indispensable de trabajar, en medida de lo posible, con comerciantes y distribuidores locales. Quién hace las “cuchas” y los almohadones es una vecina que tiene una PYME, las plantas son de un vivero local y así con todo lo que se puede.
“La comodidad del servicio a domicilio llegó para quedarse. El vecino que llamaba por una comprita, sabe que esa tarde lo va a tener en la casa. Con o sin cuarentena, la gran mayoría de esos clientes están conforme con llamar y decir ‘Guille, cuando salgas, por favor me traes tal cosa?’ porque saben que soy yo quién les atiende el teléfono, prepara el pedido y entrega en el domicilio pautado tratando de mantener los horarios pautados”, es en esta situación, entre otras, las que afirma el dueño no lo imaginaba en absoluto.
Este negocio, ubicado en Avenida Rocha 891 vende forrajes, artículos de limpieza y de jardinería y accesorios de pet shop. Y también, todo lo que está a la vista en el negocio, se encuentra disponible en fotos y videos por whatsapp, que se convirtió en el método más utilizado y cómodo para la venta, lo inmediato y a la distancia. “No me imagino trabajando de manera distinta. Tengo el hábito de cerrar a un horario determinado para salir a hacer los repartos”, concluyó Guillermo Montesano.
Zona Mascota hace sorteos en redes sociales frecuentemente y al respecto, su dueño dijo que “es la forma de renovar el público, se volvió en nuestra propia publicidad. Creo que ese dinamismo, al que yo mismo no estaba acostumbrado, son las cosas que llegaron y se instalaron para la pos pandemia”.
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