“Toda la vida a mí me gustó ver teatro, pero nunca había pensado en actuar. Un día voy a ver con mi esposa “Los Coleman” y la verdad que nos encantó a los dos, me acuerdo de haber salido y sentirme bastante marcado por la obra. Me fui de vacaciones y cuando volví me anote a estudiar en la escuela de Claudio Tolcachir, el director de la obra” repasa Fernando Sala en diálogo con PRIMERA PLANA al repasar sus comienzos.
Pese a ese primer acercamiento, Fernando seguía trabajando como Productor de TV y nunca había pensado que esa pasión podía volverse su nueva vocación, y que ese primer contacto con “La omisión de la familia Coleman” sería el comienzo de una gran historia. El actor cuenta “ahí arranqué en concreto con una vocación que no conocía hasta ese momento, me egresé de esa escuela, hice 5 años, ahí lo conocí a Claudio que daba clases en tercer año, y bueno un buena día me llega un mensaje a mi laburo diciendo ‘che Fer ¿viste los Coleman? ¿Viste Marito? (su personaje actual en la obra) Lautaro se va de la obra, queremos que lo hagas vos y nos vamos en dos meses a China’, así que yo no entendía nada, la obra por la cual había empezado a actuar, con un personaje buenísimo y con la posibilidad de viajar y nada menos que a China, fue todo una locura.”
El director Claudio Tolcachir destaca: “‘La omisión de la familia Coleman’ es mucho más de lo hubiéramos podido imaginar en cuanto a resultados. La cantidad de viajes, la posibilidad de vivir de nuestra vocación, conociendo el mundo y recibiendo tanto reconocimiento es una alegría que nunca se nos naturaliza y nos sigue sorprendiendo. Pero lo que más me enorgullece es haber podido, como equipo, compartir esta convivencia con alegría. Deseamos que mucha gente conozca nuestro trabajo. Lo que nunca termina es nuestro deseo de seguir juntos.”
El pergaminense remarca “es una obra, para quien la haya visto, muy coral donde se hace un laburo muy en conjunto, donde los personajes y los vínculos están muy atados unos a los otros, entonces es fundamental estar con tu compañero muy presente, hay veces que un movimiento o un texto dicho de determinada manera hace que se resignifique toda una escena, así que ese es el desafío. Y eso es lo que hace que queramos seguir”. Fernando habla mucho en plural, la relación con sus compañeros es un vínculo fundamental del éxito que hoy disfrutan, y cuenta que sus colegas “son amigos, después de tanto tiempo son amigos, compartimos mucho, hemos tenido viajes largos como vamos a hacer este mes (a Chile y Europa), donde estas todo el tiempo conviviendo en escenario y fuera, es increíble trabajar de lo que te gusta, viajar y con amigos es el combo espectacular.”
La familia Coleman está viviendo al límite de la disolución, una disolución evidente pero secreta; a diferencia de la familia Sala. Fernando está casado y tiene una hija, cuando comenzó con esta aventura la pequeña tenía un año, y él reconoce que sin el apoyo de ellas hubiera sido muy difícil porque “por ejemplo no nos podemos ir de viaje los fines de semana largos, o muchas veces las vacaciones se planifican de acuerdo a cuando la obra entra en proceso o no, entonces es ahí donde uno valora que la familia acompañe; mi mujer sabe que esto me encanta y me hace feliz, es una fuente de ingreso también pero sobre todo el hecho de acompañar la posibilidad de hacer algo que a uno lo deje completo, sin el apoyo de ellas sería muy complicado claramente.”
-¿Cómo te sentís con el éxito y el momento que estás viviendo?
Siempre digo que soy un afortunado porque vivo de lo que me gusta y una posibilidad como ésta no es común, sobretodo porque el contexto país y mundo no están ayudando, por eso es una maravilla que la obra pueda viajar y que siempre funcione en todos lados. Nos ha pasado en Madrid por ejemplo, ellos están acostumbras a un tipo de teatro más clásico quizás, entonces se encuentran con Coleman que es una obra tan viva y es una hora y media donde vos tenés que estar y la obra no te suelta hasta el final y es muy gratificante lo que pasa, el aplauso, las palabras, les gusta mucho el modo de actuar de los argentinos y entonces ese intercambio es como la frutilla del postre porque es espectacular ver de pronto que hay mucho de lo que podemos hacer acá que puede ser visto y valorado afuera, eso es impagable.
Actualmente Fernando es Productor Ejecutivo en el programa de Verónica Lozano, y si bien podriamos imaginarlo pronto en alguna serie de la pantalla chica, él aclara: “yo trabajo en tele, tengo esa disociación, yo soy el productor y cuando hay una cámara estoy más acostumbrado a estar del otro lado” aunque reconoce “hice algunos casting para algunas series, y si bien me encantaría tener la experiencia, es difícil con mi otro trabajo, me tendría que pedir una licencia, pero siempre fantaseo con la posibilidad” y remata hablando de sus aspiraciones futuras “me gustaría más hacer cine quizá o , sin dejar Coleman, probar con algún otro tipo de teatro, la tele sé que es más esclavizarte y sería tiempo que tendría que hacerme, pero si me encantaría pasar por la experiencia.”
En Febrero del 2019 “La omisión de la familia Coleman” vuelve a cartelera en calle Corrientes, mientras tanto, sigue girando por Chile y Europa. Mientras tanto también, Fernando sigue soñando con pisar un escenario pergaminense con la obra que marcó, casi sin saberlo, la vocación de su vida.
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