Crear una marioneta y darle vida a través de movimientos que transmiten emociones es un oficio artesano “en peligro de extinción” en el mundo. No existe una universidad de títeres donde los jóvenes puedan aprender ni programas estables ni salas públicas dedicadas específicamente para eso.
Hernán Lira , quien aprendió por su cuenta el arte de la marioneta de hilo y conoció nuevas técnicas leyendo e investigando, considera que los titiriteros tienen el “compromiso moral de hacer que este arte perdure” y de "sembrar la semilla" en los jóvenes para que no se pierda.
En una charla con PRIMERA PLANA TV , el artesano cuenta su vida en el taller, la ayuda familiar, los reconocimientos recibidos y la existencia que le da a cada una de las piezas que confecciona.
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