Las instituciones de enseñanza de los más pequeños se ven afectadas drásticamente por la pandemia ya que no pueden realizar actividades virtuales como implementan los colegios primarios y secundarios.
Los padres, en muchos casos, apoyan a las instituciones, pero según consultó PRIMERA PLANA, la situación se está volviendo insostenible.
El Jardín Maternal Rayuela publicó ayer un comunicado en sus redes sociales confirmando a las familias que luego de meses complicados “por esta pandemia que nos sorprendió́ a todos, pero que perjudicó principalmente a nuestro sector, hace unos días tuvimos que tomar la decisión de cerrar definitivamente las puertas del jardín”.
En la misma línea, Milagros Dragui, propietaria del Jardín Maternal Arroz con Leche publicó también que “a partir del próximo mes del actual ciclo lectivo, el jardín cerrará sus puertas.
“La crisis social, económica y de salud en la que nos ha envuelto esta pandemia nos llevó a luchar por muchos meses, pero hoy ya no contamos con las herramientas y medios necesarios para hacer frente a dicha situación”, confirmó.
Florencia Mileta, dueña de Rayuela, le dijo a PRIMERA PLANA que “muchas familias nos acompañaron por cariño, pero un maternal que pertenece a la educación formal regulado por la Dirección de Educación de Gestión Privada (DIEGEP) es muy difícil sostenerlo sin funcionar por los costos fijos; somos las que requerimos mayor cantidad de docentes por niño, alquiler y demás”.
Rayuela contó con la ayuda económica por parte del Estado con el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que no cubría la totalidad de los empleados de la institución, pero “obviamente no alcanzo para mucho, ayudo unos meses a subsistir pero no fue suficiente”.
Mileta, a cargo del establecimiento durante 4 años, anticipó con tristeza que “los demás quiebran pronto. Tenemos un grupo de todas las representantes legales de los maternales y están agonizando”.
Pese a que los maternales regulados por la DIEGEP comienzan a mostrar indicios de cierres, los padres que continúan trabajando necesitan de este servicio, por lo cual la dueña de Rayuela se mostró también preocupada en su dialogo con PRIMERA PLANA. “Esto genera que se vuelva a las famosas guarderías de garaje, en alguna casa juntan 10 ó 15 niños, sin ningún tipo de regulación ni política de cuidado. Corren mucho riesgo los chicos si les llega a pasar algo; no quisiera estar en su lugar. Es un tema muy delicado pero varios asumen el riesgo” y concluyó: “Ojalá mis compañeras resistan”.
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